MEDICINA RURAL PARA LA ANDALUCÍA VACIADA

PRESENTACIÓN

Medicina e inquietud social: una doble tradición familiar… y además, una fecunda trayectoria como escritor.

Mi querido amigo y compañero, Federico Relimpio Astolfi, médico y escritor, encarna una herencia familiar marcada por la vocación médica y el compromiso social. Nacido en Sevilla y licenciado en Medicina en la misma ciudad, su trayectoria personal se inscribe en una saga de profesionales que han conjugado ciencia, ética y crítica institucional con una notable fecundidad intelectual.

Su bisabuelo, Federico Relimpio y Ortega, fue catedrático de Química General y Analítica, fundador y director del Laboratorio Municipal para la vacunación antirrábica en Sevilla, y (apasionado por el estudio de la radiactividad) fue nombrado miembro honorífico de la Sorbona además de socio de honor de la Academia de Ciencias Químicas de París.

Un tío abuelo suyo, José Luis Relimpio Carreño, médico y Delegado del Trabajo durante la Segunda República, fue fusilado en 1936 por sus ideas progresistas.

Su padre, el prestigioso cirujano Federico Relimpio Ferrer, se especializó en Cirugía del Aparato Digestivo. Fue jefe de servicio en el Hospital Virgen del Rocío y creador de técnicas innovadoras en cirugía hepatoportal. Reconocido por sus duras críticas a la Administración por el intolerable maltrato a los médicos, recibió el premio Galeno 2005, otorgado por el Colegio de Médicos de Sevilla en reconocimiento a su trayectoria profesional y compromiso social.

La saga se amplía con su tío, Ángel María Relimpio Ferrer, catedrático emérito de Bioquímica en la Universidad de Sevilla, y con sus primas, las doctoras Isabel y Lourdes Relimpio López, oftalmóloga y anestesista, respectivamente.

Federico eligió Endocrinología y Nutrición como especialidad (cursada en el Hospital Virgen del Rocío, en el que sigue trabajando y desarrollando una intensa labor clínica e investigadora especialmente en el área de diabetes mellitus), alejándose de la Cirugía paterna y sumándose a la “banda de la goma”, como los cirujanos solían llamar jocosamente a los clínicos, aludiendo al fonendoscopio perpetuo, al cuello, que nos distingue como a las beatas el escapulario. Premio Maestranza de Sevilla al mejor currículum, obtuvo el doctorado en 1994 y el grado de excelencia, por la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía, en 2009.

En lo que sí coincide plenamente con tantos de sus ancestros es en sus inquietudes político-sociales y en la defensa de los médicos, de nuestros pacientes y de la ética en el ejercicio profesional. Su obra literaria, las novelas “K.O.L. Líder de Opinión”, “Bajo su piel tatuada “, “Ladridos en la noche “, “Escapar del paraíso “, “La Mole “, o “Sin resuello “, así como sus innumerables artículos y comunicaciones en medios digitales dan testimonio de una mirada crítica y comprometida con la realidad sanitaria.

En esta colaboración que hoy les presento —y que no será la única suya—, el doctor Relimpio reivindica con firmeza una de las áreas más olvidadas por la Administración: la Medicina Rural, y a los profesionales que, con tanto esfuerzo y vocación, la sostienen.

Escribo estas líneas bajo la mirada inquisitiva de ese médico rural que aparece en la fotografía —avanzando con paraguas y maletín negro como armas de guerra— y que, desde un estante entre mis libros, me observa y vigila día a día mi trabajo como médico. “¡A ver cómo te portas, colega…!”, parece decirme. Créanme: esa mirada me obliga a esforzarme para no descuidar los principios éticos que nos comprometen a todos los médicos, y que ellos, los rurales, defienden mejor que nadie.

Julio Sánchez Román
Secretario de AADEA

P.D: Si se topan con algún artículo firmado como “El Loco de Santa Justa”, no se calienten la cabeza: es él, el doctor Federico Relimpio Astolfi.

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