Queridos amigos:
En pleno periodo vacacional es lógico que, merecidamente, aflojemos en el trabajo. Por ello, es más agradable que nos refiramos menos a asuntos científicos, de investigación y demás, y nos explayemos hablando de “nuestras cosas”.
Así, quiero comentaros dos aportaciones de nuestros compañeros, los doctores Norberto Ortego Centeno e Ignacio Martín Suárez, que aparecen en la sección Tribuna de Asociados de nuestra web.
El doctor Ortego, nuestro Presidente Honorario, es el Coordinador (e implacable “fustigador” de todos los colaboradores) de nuestra revista “Cuadernos de Autoinmunidad”.
“Cuadernos” cumple ya 12 años. Hace unos cuantos más, en 1996, el entonces Secretario de Estado del Gobierno de Aznar, Miguel Ángel Rodríguez, con motivo del 18º aniversario de la Constitución, dijo: “Si [la Constitución] fuera mujer, se pondría de largo, y si fuera ciudadano, iría a votar”.
¡Dios, la que se armó!*: ¡machista!… ¡misógino!… ¡cavernícola!… fueron los piropos más suaves que recibió el pobre señor Rodríguez. Así que me aplico el cuento y no se me va a ocurrir pontificar sobre el sexo de “Cuadernos” ni me voy a preocupar de si le corresponde hacer la Primera Comunión o inscribirse en determinado curso de la ESO. Me limitaré, simplemente, a darle la palabra al doctor Ortego. Lean ustedes su interesante trabajo.
Y seguimos con las efemérides: el doctor Martín Suárez, su Coordinador, celebra, en su trabajo, el éxito de las distintas ediciones (cuatro, a lo largo de siete años) del Máster en Enfermedades Autoinmunes (AADEA/Universidad de Huelva).
Tanto uno como otro, son los auténticos artífices e impulsores de estos dos importantes logros de AADEA. Vaya para ambos mi más cordial felicitación y mi más sincero agradecimiento. Felicitación y agradecimiento que hago extensivo a todos los que año tras año han colaborado con ellos.
Por último, aparece en la misma sección, de Tribuna de Asociados, una cosilla que firma un servidor de ustedes. Sin otra aspiración que mi deseo de que os sirva de distracción. Veréis: en una de las ediciones del Máster, incluí una pregunta que iba sólo en plan de broma. Algo así como “¿qué miembro de la nobleza española tiene cierta relación con uno de los medicamentos que empleamos en el lupus o en la artritis reumatoide?”. Las respuestas fueron de lo más peregrino: desde la Duquesa de Alba hasta todo el plantel (vivo) de marqueses, marquesas, condes y condesas de nuestra aristocracia.
Un tanto abochornado por mi metedura de pata, y con el fin de obtener su perdón, envié a las víctimas de mi broma, un escrito aclaratorio con el título de “Los Polvos de la Condesa” (dispensadme si leéis esto fuera de horario infantil). Lo pongo a vuestra disposición, como lectura desenfadada para estos días de verano.
Que lo disfrutéis (el verano).
Julio Sánchez Román.
NOTA (*): no se trata de un exabrupto irreverente y malsonante, sino de una referencia literaria al libro, del mismo título, de Francisco Candel (¡hay que tener un cuidao…!).