DE NANAHUATZIN EL PUSTULOSO A TONATHIU EL DIOS SOL DE LOS AZTECAS (1350-1521)

PRESENTACIÓN

¿Mística o Dietética?

Los sacrificios cruentos, por motivos trascendentes, son consustanciales con un gran número (si no con la mayoría) de las religiones. Empezando por la inmolación de las propias deidades: Osiris (asesinado y demembrado por su hermano Set y luego resucitado por su esposa Isis) en la mitología egipcia; Balder, asesinado con una flecha de muérdago, o el sacrificio (“por suerte no letal”) de Odín, en la nórdica; Tammuz (que muere y resucita anualmente como símbolo de renovación de la vida) en Mesopotamia; Quetzalcoalt (Serpiente Emplumada) autoinmolado para crear la humanidad según la tradición mexica. Qué decir de la tradición cristiana en que Jesús se ofrece en sacrificio cruento para redimir a la humanidad; sacrificio perpetuado para los católicos en el sacramento de la eucaristía (lo que dio lugar a la incómoda afirmación de que “el hombre es caníbal de Cristo”, frase de origen incierto pero atribuida desde Voltaire a Schopenhauer; desde Nietzsche a Unamuno). Claro está, si los dioses se inmolan ritualmente ¿qué razón tienen los humanos para soslayar esta necesidad? Ninguna: de ahí las matanzas rituales de primogénitos en honor de Baal, en Cartago (o el sacrificio “frustrado” de Isaac en el Antiguo Testamento) o las masivas (contra prisioneros) de incas, mayas y aztecas en la América prehispánica. Un aspecto muy especial de los sacrificios masivos, en este último pueblo, es que se acompañaban de...canibalismo ritual. Y no es la única colectividad a la que se atribuye este tipo de canibalismo. Hay indicios de dichas prácticas en algunas islas del Pacífico (Fiyi) o en Guinea Papúa, así como antecedentes más lejanos en el tiempo, como en las tribus celtas o en los yacimientos de Atapuerca. Prácticas empleadas, bien como venganza en prisioneros de guerra, o bien en el contexto de rituales funerarios familiares ¿Cuál sería el propósito de esta antropofagia: se ha aducido que buscaría la absorción de las características físicas o espirituales del fagocitado (fuerza, valor, inteligencia...). Pero habría una posible explicación más prosaica: la consecución de alimento muy asequible, de alto valor calórico y contenido proteico, en un ambiente eminentemente carencial, cuando el hambre acucia (comentario aparte: es inevitable que nos acuda a la memoria la catástrofe aérea de los Andes, en 1972). Estas disyuntivas, entre motivaciones místicas y necesidades dietéticas, las examina magistralmente, analizando bellamente el entorno socio-político-religioso de la cultura azteca, nuestro colaborador habitual en estas páginas: el médico, y experto historiador, Javier Ortiz González.

Calendario azteca

Julio Sánchez Román
Secretario de AADEA

ARTÍCULO