El pasado día 17 de marzo, la prensa nos adelanto esta noticia:“La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha anunciad o este viernes un acuerdo para crear finalmente la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias. La creación de esta especialidad es una reclamación histórica de los sanitarios que trabajan en este nivel asistencial. Lo ha anunciado tras su último Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que se ha celebrado en Palma de Mallorca”.
No obstante, las cosas de palacio…ya se sabe cómo van. Así, el comunicado de la agencia EFE, de 7 de junio, enfría un tanto las expectativas: “La Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) ha abierto este miércoles su 33 congreso nacional con la perspectiva de que la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias pueda estar aprobada antes de las elecciones del 23 de julio, si bien las primeras plazas MIR no llegarían hasta 2025”.
¿Es que es necesaria tanta prisa? Pues en la autorizada opinión de nuestro compañero y colaborador en estas páginas, el doctor Herrera Carranza, sí: ya era hora, porque hace demasiado que contamos con el primer manual dedicado a esta especialidad, en el que…” de un lado, se define claramente la teoría de la emergencia con sus cualidades asistenciales y clínicas, tal como se reconoce en la medicina actual, y de otro, se recoge su ejercicio práctico con las recetas de tratamientos específicos”. Es el Libro del Árbol. Lo escribió el cordobés Ibn al-Kattani (959-1021), el primer “Urgenciólogo”, y nos lo comenta el doctor Herrera, experto en esta especialidad a cuya ayuda tantas veces tenemos que recurrir.
Julio Sánchez Román.
Secretario de AADEA.
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