LA UNIDAD DE REUMATOLOGÍA DEL INSALUD DE CEUTA

PRESENTACIÓN

¿La mejor Sanidad de Europa (o del mundo) o...?

Aquel mantra, tan traído y llevado, de que “En España tenemos la mejor Sanidad de...donde ustedes quieran”, hay que enfrentarlo realmente (disculpen la redundancia) con la dura realidad. No es para tanto. Pero lo cierto es que, en los diferentes sistemas de valoración sanitaria, no salimos mal parados (a pesar de que, a raíz de la gestión de la pandemia COVID nos vapulearon bastante). No pretendo aquí hacer un estudio detallado de cómo va nuestro país en el “ranking” de la valoración sanitaria de los distintos países. Solamente mencionar que tanto “Radar Healthcare” como el informe Bloomberg, nos situaron en el quinto puesto, en calidad de atención y servicios, en 2022; tras Corea del Sur, Japón, Francia, y Dinamarca. No está mal; no obstante, otras valoraciones son menos optimistas: así, el Euro Healt Consumer Index, sueco, nos larga a un puesto 19 entre 37 países analizados y, todavía más frustrante, la Ceoworld Health Care Index, al número 26 entre los 110 países con mejor atención médica, en 2023. En general, mientras que la calidad del personal sanitario está muy bien valorada, se apuntan serias deficiencias en la gestión, la financiación y la organización (no vamos a entrar en detalle: ya las conocen ustedes de sobra).

El hecho es que no es lo mismo disfrutar de una estructura sanitaria global de primer orden, que contar con profesionales (médicos, enfermeras, auxiliares...) bien preparados y muy competentes que buscan oportunidades (que no se les brindan aquí) fuera de España, y que son muy bien considerados en los países de acogida. Es decir: los profesionales españoles están muy bien valorados por la formación que reciben pero se hallan inmersos en un sistema muy deficiente a la hora de retenerlos. Como dijo alguien “estamos en buenas manos, pero eso no equivale a que nuestra sanidad funcione bien”.

Los médicos residentes que acceden por primera vez a nuestro sistema sanitario no pueden apreciar el esfuerzo titánico, personal, generoso e inasequible al desaliento, de la generación que les ha precedido; muchas veces (no todas) luchando con estructuras administrativas a veces muy rígidas, cuando no francamente hostiles y (también hay que decirlo), en situación laboral y económica desastrosa, para lograr construir el entorno en que, ahora ellos, empiezan a actuar.

Un ejemplo de esos constructores infatigables es mi querido amigo, el doctor Manuel Tenorio Martín (vocal de AADEA por Ceuta y Melilla), un reumatólogo con una visión muy amplia de la Medicina y con inquietudes humanísticas de primer orden: escritor (me resultan fascinantes sus relatos cortos), investigador de la historia de la Medicina (alguno de sus trabajos ya ha aparecido en esta Tribuna) y dotado de gran formación y experiencia, tanto en la medicina asistencial como en la gestión (a uno y otro lado, “saltando la comba del Estrecho”; parafraseando al poeta ceutí Luis López Anglada). Me honro en contar con su amistad, desarrollada a partir de aquella, ya lejana, época de colaboración profesional con nosotros, en la Unidad de Colagenosis del Virgen del Rocío, y reforzada posteriormente por sus múltiples invitaciones a participar en sus Jornadas Reumatológicas de Ceuta. Apreciado y admirado; en dos palabras.

Esta memoria sobre la génesis de la asistencia reumatológica en Ceuta, es la historia de la lucha creativa e incansable de unos pocos (él el primero) frente a los elementos (denle ustedes a esta palabra un significado tan amplio como crean conveniente). ¡Ah! Se me olvidaba: “Cherchez la femme” ¿Verdad Manolo?

Julio Sánchez Román
Secretario de AADEA

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