JOVEN DESCONOCIDA… ¿CON LUPUS?

Volví a encontrármela, hace unos días, hojeando las páginas del suplemento dominical de un periódico. Era ella otra vez. La misma que me llamó la atención, hace muchos años, cuando visité por primera vez el museo Thyssen –Bornemisza de Madrid: la “joven dama con rosario en las manos”. Aquella mujer, no identificada, que retrató Peter Paulus Rubens entre 1609 y 1610 (Figura 1).

Figura 1

Esta chica, pensé entonces, tiene un lupus”. Al verla de nuevo, ahora, tuve la misma impresión. Así que, al pronto, desde la misma cafetería en la que estaba desayunando, se me ocurrió plantear una sesión clínica de urgencia, esponsorizada por el doctor Google, para ver si encontraba alguna opinión, que coincidiera con la mía, acerca del posible diagnóstico. Dicho y hecho, móvil en mano, tecleé varias mescolanzas con las palabras “joven”“rosario”,“Rubens” y “lupus”. ..

Et voilá! Me apareció la misma foto y una detallada reseña en el blog de Xavier Sierra Valentí, doctor en Medicina, Dermatólogo y Licenciado en Humanidades (como informa su perfil), que adelanta un diagnóstico sobre esta paciente. Como “cerezas y mentiras, una de otras tiran…” comencé a tirar del hilo de esta primera página y me entero de que el doctor Sierra, que acaba de ser elegido Académico de la Reial Acadèmia de Medicina de Barcelona, es autor de numerosas publicaciones (libros, artículos…) en el terreno de la divulgación de la historia de la Dermatología. Además de llevar al día su interesantísimo blog “Un Dermatólogo en el Museo” (http://xsierrav.blogspot.com/). Blog que yo, lamentablemente, no conocía pero del que me acabo de hacer seguidor asiduo.

Pero…no divaguemos y vamos a concretar. Esto es lo que opina el doctor Sierra en lo que se refiere a diagnóstico, después de comentar detalladamente los aspectos artísticos de la pintura: “…Sus mejillas aparecen claramente enrojecidas, y con discretos relieves de la superficie cutánea, lo que nos permite suponer la presencia de una rosácea, aunque no son totalmente descartables otras patologías como el lupus eritematoso, que produce un eritema de color rosado en forma se mariposa bastante parecido. Lamentablemente, al faltarnos más datos de su historia clínica no podemos dilucidar claramente el diagnóstico”.

Figura 2
Figura 3

Mi opinión, sin embargo, es más concordante con la última opción que menciona el doctor Sierra: el lupus eritematoso. Más aún, un lupus eritematoso sistémico. Las distribución del eritema facial, simétrico, en las dos mejillas (Figura 2) y, detalle importante, respetando el surco naso-geniano (Figura 3) me parece (que me corrija el doctor Sierra si me equivoco) más propio de un lupus que de una rosácea.

Figura 4

Pero Dejarnos llevar solo por el aspecto de la cara, para establecer un diagnóstico, podría ser un poco equívoco. Repasando otras obras de Rubens, podemos comprobar que el pintor tenía una afición especial por retratar chicas mofletudas y de buenos colores (Figura 4)

Figura 5

¡No todas van a tener lupus! Pero, en el cuadro que hoy nos ocupa, encontramos también otros detalles que nos permiten afianzar dicho diagnóstico. En mi opinión hay un evidente edema de los párpados que nosorienta hacia una afectación renal en fase avanzada (Figura 5), un síndrome nefrótico.

Figura 6

Y ahora prestemos atención a las manos (Figura 6); concretamente al dedo medio de la mano derecha. A esa desviación extraña de su última falange, hacia arriba, “huyendo” de la palma ¿No les parece la deformidad típica, “en boutonniere”, propia de la artropatía de Jaccoud (esa forma de artritis, no erosiva, frecuentemente observada, hasta en un 10%, en pacientes con lupus)?

Resumiendo: encontramos en esta “paciente” (permítanme considerarla así) signos de afectación cutánea: eritema malar, en alas de mariposa, además fotosensible (respeta la profundidad “más sombría” y protegida de la luz del surco naso-geniano); muy probables signos de afectación renal (edema de párpados); signos de afectación articular (por lo menos a mí me lo parecen) y… una expresión triste en su mirada, de sufrimiento resignado (¿o es mucho imaginar?) que no neutraliza su tímida sonrisa, propia de una enfermedad crónica como es el lupus eritematoso sistémico.

Para confirmar este diagnóstico sería necesario un análisis de anticuerpos antinucleares. Pero existen dificultades técnicas de momento insalvables. No sólo porque necesitaríamos una máquina que nos permitiera retroceder en el tiempo (eso es lo de menos: todo se andará) sino porque se trata de una joven “desconocida”. Rubens no nos dijo nunca su nombre y, así, no hay manera de acceder ni a su DNI ni, esto es lo más importante, a su número de la Seguridad Social. Lo dicho: así no hay manera.

Si se plantean ustedes otro diagnóstico, alternativo al de rosácea o al de lupus eritematoso sistémico, tienen abiertas estas páginas para exponerlo. Se lo agradeceríamos muchísimo. El doctor Sierra y yo.

Julio Sánchez Román

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Julio Sánchez Román es internista, fundador de la Unidad de Colagenosis e Hipertensión Pulmonar del Hospital Virgen del Roció de Sevilla y ex –Presidente y, actualmente, Secretario de AADEA.